Thordis Adalsteinsdottir
Obras



La escultura de Thordis Adalsteinsdottir titulada Bear Eats Man es un comentario sobre la confrontación antagónica, y en ocasiones violenta, entre el “hombre” y la “naturaleza”. Utilizando madera de tejas para el oso y hormigón celular en aerosol para el hombre, cada uno se convierte en arquetipos universales misteriosos y crudos.
Situada en una arboleda dentro de un parque urbano, esta narración describe un momento dramático de conmoción y muerte. “Hombre” se representa con los ojos bien abiertos, desnudo y en estado de sorpresa alimentado por la adrenalina. El oso salvaje se cierne sobre el hombre mientras le clava los dientes en el hombro, sucumbiendo al poder físico de la naturaleza y exponiendo su propia vulnerabilidad. El cuadro de figuras es una idea bastante pesimista, pero quizás realista, de que la coexistencia pacífica puede no ser posible.